1 oct 2010

(Peluda) carta para tí (la balada del Cub)



Todavía no has comprendido y te equivocas mientras, a la pata de mi cama, alegre, vuelves a ponerte los calzoncillos. No ojear mi barba entrecana, como fuera una garantía, un seguro para la serenidad (la serenidad que tan fácilmente te entra cuando mi pubis está pegado al tuyo). No sonreír mientras escondes tu cara de guapo bajo mi almohada sólo porque te he dicho que tengo 40 años. No acabo de confesarte que estoy más preparado que tú, ¿sabes? Que he estudiado más, que llevo más tiempo sobre los libros, que la asignatura pendiente del “como se vive” yo ya la he tenido y ya la he pasado, y ahora estoy feliz, aquí, tumbado a tu lado observando las ropas que aún te quedan por ponerte. Y si ahora levanto la almohada y voy en busca de tus labios, y si ahora acaricio tu cabeza rapada, no te aproveches de esto para guardar tu nariz en mi barriga peluda (que tanto te quiere). No contar mis pelos blancos pensando que irán a pasarte las notas que tomaron preparando este jodido examen. Te equivocas, cachorro. ¡Más que nunca! Mis pelos no pueden ayudarte. No es que no han pasado este examen es que nunca se han apuntado. Y no sirve a nada que te encojas de hombros, o que te enfades con ellos, o que le grites que son incapaces o que te han desilusionado. No se apuntaron porque este examen no existe. Deja de mirar fuera a la ventana entonces: más allá hay solo la puesta del sol... y el día que acaba.
Nos queda la noche (peluda)... hacemos que no sea de rencor y de reproches.


Antonino Pingue © 2010 Todos los derechos reservados


5 comentarios: