Me gusta sentirme útil, sentir que puedo hacer algo, algo concreto. Decir sencillamente: estoy aquí.
Es en estos momentos, pero, que casi siempre acabo tirando todo por la ventana. Como El Vagabundo en las pelis de Charlie Chaplin.
Bueno, al final lo convencí.
“Vamos a llamar ahora mismo” me dijo resuelto.
Porque todo tenia que empezar con una llamada, una llamada al extranjero.
“Hay un locutorio aquí a lado” siguió. “Ademas me conocen. A ver si me trae buena suerte”.
“Venga” contesté feliz.
Y pusimos rumbo al locutorio.
“Muy buenas” dije entrando a lado de mi pareja “necesitamos hacer una mamada ¿hay una cabina libre?”
Por cierto yo no me di cuenta de lo que había dicho. Hice caso que la sonrisa de la chilentita se había apagado, que el muchacho se había dado la vuelta muy (¡demasiado!) interesado y que mi chico había empezando a apretarme el antebrazo en una forma muy rara (come decir... llena de dolor) pero todavía yo seguía siendo hombre entre los hombres, hombre feliz, satisfecho, vamos ¡orgulloso de mi mismo!
Como el vagabundo, con su traje medio elegante, que al principio de todas su travesuras casi se olvida de quien es, de donde llega, de lo que le espera. Y aunque todo indica que es un vagabundo fracasado, él es optimista. Pues si: optimista. Porque no se ha rendido.
“Vamos ¿verdad?” me susurró mi pobre pareja.
“¿Por qué?”.
“Luego te lo explico...” su voz tenia todo el cariño resignado de un verdadero héroe “Pero es mejor salir ahora, ¿vale?”
La mirada de la chilenita había descolorido en algo agresivo.
Fue come uno tsunami (el tsunami imparable de la Karmela Marchante): de repente, tomé consciencia de lo sucedido.
Murmuré un italianisimo: “cazzo”.
“Eso es, eso es” fue el comentario de mi chico.
“Disculpa querido es que...” intenté explicar.
“Bueno...no pasa nada” dijo mi pareja encogiendose de hombros con una sonrisa amarga
“Los idiomas... ya sabes. Si quieres vuelvo dentro y intento explicarlo”
“Noooooooo... olvidalo”.
Y nos alejamos del locutorio (y de vosotros)... como el final de una peli del vagabundo.